¿Cómo nació la tradición catalana de las rosas y los libros de Sant Jordi?
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La Diada de Sant Jordi, que se celebra todos los 23 de abril, es una de las celebraciones principales en Cataluña. Durante ese día, los libros y las rosas se convierten en los protagonistas. Las principales calles de todos los pueblos y ciudades se llenan de puestos de libreros y floristas decorados con la señera.
Esta fiesta tiene raíces muy antiguas, ya que sus primeros registros datan en el siglo VIII. A lo largo de la Edad Media, la tradición de Sant Jordi se fue extendiendo por toda Cataluña. En 1456 fue nombrado patrón oficial de esta región.
Más adelante, a finales del siglo XIX, el movimiento político y cultural de la Renaixença consiguió que esta fecha se instaurara como la festividad patriótica por excelencia en Cataluña, y así sigue siendo a día de hoy.
La leyenda del príncipe, la princesa y el dragón
Según cuenta la leyenda que da origen a esta fiesta, el pueblo de Montblanc estaba siendo aterrorizado por un enorme dragón. La bestia, instalada en las afueras del pueblo, infectó el aire y el agua, causando estragos. Para repeler su avance, los vecinos del lugar lo alimentaron con todos los animales que tenían. Cuando estos se acabaron, el dragón empezó a comer personas.
Una tarde, la escogida para alimentar al dragón fue la princesa y, por más que el rey suplicó por la vida de su hija, esta fue entregada. Entonces, la princesa salió de las murallas de la ciudad y comenzó a dirigirse a su destino final. Cuando el dragón se acercó a ella, de entre la bruma surgió un apuesto caballero que arremetió contra la bestia. Con la ayuda de la princesa este hombre valiente logró rematarlo con un golpe de lanza.
Del cuerpo del dragón, ya herido de muerte, brotó un gran caudal de sangre que formó un charco a los pies de Jordi, el caballero en cuestión. En ese mismo momento, de allí comenzó a crecer un espléndido rosal del que brotaron rosas rojas. Finalmente, Jordi obsequió a la princesa con una de ellas.
La tradición de las rosas durante Sant Jordi
Desde entonces, la leyenda dice que los hombres deben regalar una rosa a las mujeres y ellas un libro a ellos. Sin embargo, con el paso del tiempo estos roles han cambiado. Desde hace muchos años, se trata de una celebración muy seguida en la que todo el mundo en Cataluña se regala rosas y libros. La única vez que la tradición perdió fuerza fue en 2020 debido a las restricciones impuestas por el covid. En ese contexto nació Rosistirem, cuando un grupo de jóvenes se propuso no dejar a nadie sin rosa a pesar de las medidas de distanciamiento. Desde entonces, la empresa sigue realizando envíos de rosas a domicilio Barcelona. A través de su página web pueden consultarse todas las opciones que ofrecen. Más allá del tradicional ramo de rosas rojas, también se pueden encontrar rosas amarillas, azules y blancas y combinaciones con otros tipos de flores. Además, pueden acompañarse de complementos como vinos y cavas, así como bombones, elementos decorativos e, incluso, un dragón de peluche, muy indicado para esta celebración.
La amplia oferta, la personalización de los encargos y el trato cercano han convertido a Rosistirem en una alternativa muy solicitada para el envío de rosas a domicilio Barcelona en Sant Jordi. Se trata de una manera cómoda y bonita de demostrar cariño a una persona especial durante el día más importante de Cataluña.
