diciembre 6, 2024

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El futuro de las renovables en España pasa por el almacenamiento en baterías, por Consorcio Europeo de Avales

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El futuro de las renovables en España está ligado al almacenamiento energético. Los proyectos de baterías arrancan en el país a la espera de un marco regulatorio claro y definido. Y es que para que la inversión llegue a este sector es fundamental que se establezca seguridad jurídica. Es necesario que estos proyectos, donde la digitalización juega un papel fundamental, se valoren a largo plazo.

España está en una situación de competencia con otros mercados. “Los inversores tienen que decidir donde invierten el dinero y van a ir donde mayor claridad y estabilidad de mercado exista. Esto empieza a crear una urgencia para que en España se clarifique la regulación. Si nuestro país no da el paso y crea ya el marco para permitir o facilitar esta inversión, corremos el riesgo de que se vaya fuera”, apunta Emilio Vargas, CEO de Consorcio Europeo de Avales.

Sin embargo, España no parte de cero, ya que existen mercados para tomar como ejemplo. Es el caso de Reino Unido, donde el proceso fue paso a paso. Primero se sacaron unas licitaciones específicas para garantizar la rentabilidad de los proyectos y que, a la vez, el regulador y el operador pudiesen entender en qué consistía y cómo tenían que adaptar los procedimientos. Con base en ese aprendizaje, se sentaron las bases para la llegada de los inversores. “Es necesario que se entienda que la batería es un consumidor que aporta flexibilidad y que es complementario a los otros”, dice Vargas.

Con este tipo de operaciones, Emilio Vargas añade que “te conviertes en un actor activo y el valor lo generas en la operación. Hay que tener unos equipos de mercado muy potentes, una tecnología que sea capaz de adaptarse y entender que los ingresos van a fluctuar”.

La principal fuente de baterías es poder hibridar con las mismas la planta fotovoltaica y eólica. “Si por hibridar te quitan la prioridad de despacho, las empresas no van a hibridar, ya que podrían perder mucha generación”.

 Las baterías son necesarias y sostenibles a largo plazo

Para Emilio Vargas “España tiene los fundamentales para desarrollar el mercado de baterías, tiene la necesidad y la oportunidad, por lo que se debe trabajar en conjunto para encontrar ese ángulo de sostenibilidad del negocio y que no dependa a largo ni a medio plazo de ayudas públicas, sino de un esquema de mercado donde se retribuyan los servicios que se dan y haya suficientes señales para poder operar. Esos servicios contribuyen a la confiabilidad de un sistema donde las renovables con generación intermitente tiene un papel principal”.

Los desarrolladores han aprendido que hay que basarse en los fundamentales, ser conscientes de cómo es el sistema del país, lo que necesita y regulación del mismo. 

La clave indica Vargas “está en entender que el almacenamiento no tiene que ser un coste, sino que te puede ayudar a reducir esos costes del sistema derivado de todas las ineficiencias que hay. 

Dentro del esfuerzo que supone realizar la transición energética, “en España creemos firmemente en el valor que los proyectos de almacenamiento pueden aportar al sistema eléctrico, desde el punto de vista de sostenibilidad y confiabilidad del mismo”, apunta Vargas. Así, desde Consorcio Europeo de Avales están comprometidos con el desarrollo de este mercado en el país y confían que sea una realidad en un corto periodo de tiempo. Se va a desplegar mucho almacenamiento en España y ha dado pasos de cara a establecer un marco legal que dé certidumbre a los inversores.

En la búsqueda de flexibilidad en el suministro energético, el almacenamiento es un sector fundamental para la seguridad y la accesibilidad del sistema. De cara a que la inversión llegue al país, la necesidad de una seguridad jurídica que pasa porque se tenga un marco regulatorio claro y definido. 

En este sentido, Consorcio Europeo de Avales señala dos elementos principales donde falta un desarrollo normativo. El primero es la tramitación y obtención de permisos, lo que se conoce como permitting. Emilio Vargas indica que “no funciona esa idea inicial del legislador de asimilar el almacenamiento a una instalación de generación clásica, una planta fotovoltaica o un parque eólico, se tienen que buscar mecanismos de regulación adaptados porque se va a demostrar que esto va a generar problemas el día mañana. Y es que, precisamente, hablamos de dos realidades distintas. Ese es un tema que debe ser atajado en el corto plazo porque ya hay muchas instalaciones en tramitación”. Por ello, hay que buscar esquemas de tramitación que sean flexibles y que se adapten a la realidad.

En segundo lugar, vinculada a esa tramitación, el acceso y conexión. “Nos encontramos en un contexto donde no hay reglas claras sobre cuáles son los criterios que tienen que determinar la capacidad que es atribuible a una batería. El papel de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) va a ser fundamental para establecer unos criterios claros que permitan dar seguridad sobre cuáles son las variables para determinar el acceso y conexión y que permitan esa primera piedra para la tramitación de esos permisos”, explica Emilio Vargas.

Para cerrar la reflexión económica que va inherente a cualquier mecanismo incipiente como son las baterías, se cree que el mercado de capacidad va a ser, junto con la participación en el mercado eléctrico y de los servicios de ajuste, un elemento fundamental.

Actualmente, las personas se encuentran en un contexto cambiante, por lo que hay que mirar los proyectos a largo plazo y no solo desde la perspectiva de la generación de los instrumentos que van a dotar de flexibilidad y hasta el almacenamiento, sino también de las nuevas necesidades de demanda.

Este es el caso de los centros de datos (data centers) o el hidrógeno, donde la energía va a tener un papel fundamental. El mundo energético es muy amplio y tiene muchas variables, pero sin duda el almacenamiento va a ser un vector fundamental en el futuro.

El momento actual “es crítico a la hora de llegar a la consecución de los objetivos renovables”. Dichos objetivos para 2030 deben ir acompañados de una buena capacidad de almacenamiento. Se empieza a sufrir momentos de precios cero, lo cual va a afectar bastante a las inversiones renovables, entonces hace falta darle este empujón al almacenamiento, que es bastante crítico a la hora de asegurar que se puede acompañar a renovables y llegar a esos objetivos tan ambiciosos.

En el caso de la situación energética en España, si se quiere ser ambiciosos en renovables, se tiene que ser en almacenamiento, por lo que es necesario potenciar estos proyectos.

Desde Consorcio Europeo de Avales consideran que en el país “no sólo tenemos que apuntar a esos 22 gigas de almacenamiento, sino que podemos ser más ambiciosos, mirar a un objetivo mayor porque es lo que consideramos que puede acabar minimizando los costes del usuario final”. Esos 22 gigas de almacenamiento es uno de los objetivos que recoge el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030. El PNIEC persigue una reducción de un 23% de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) respecto a 1990. Este objetivo de reducción implica eliminar una de cada tres toneladas de gases de efecto invernadero que se emiten actualmente.

Entender lo que va a pasar en el mercado en los próximos años es fundamental para llevar adelante los proyectos de almacenamiento.