Comercios y restaurantes arruinados por los robos internos; los cajones inteligentes evitan pérdidas millonarias

Las pérdidas invisibles están destrozando la rentabilidad del sector. Un local en Platja d’Aro recuperó 20.000 € en solo un año gracias a los cajones inteligentes.

Cada vez son más los robos cometidos por empleados, y pocas son las empresas que escapan a este tipo de hurtos silenciosos. En un contexto donde cada euro cuenta, Imàtica se ha posicionado como un aliado estratégico para proteger la rentabilidad de los negocios. La compañía, proveedora oficial de diferentes marcas de cajones inteligentes, se encarga de la instalación, mantenimiento y formación, asegurando que cada comercio pueda blindar su caja frente a irregularidades.

“Muchos empresarios creen que el problema no les afecta… hasta que revisan las cifras. Los cajones inteligentes no solo frenan las pérdidas, también simplifican el cierre de caja y mejoran la organización interna”, afirma Esteban Castellano, comercial especializado en estas soluciones de Imàtica. Y añade que han desarrollado una guía psicológica para detectar si los empleados roban.

“El impacto es contundente: un reconocido restaurante de Platja d’Aro incrementó su beneficio en 20.000 € de un año a otro, únicamente por controlar mejor el efectivo y eliminar descuadres.” Casos como este evidencian que los hurtos internos, por pequeños que parezcan, son una sangría constante que erosiona los márgenes de los negocios.

Imàtica destaca que esta tecnología no es solo una inversión en seguridad, sino también en tranquilidad y eficiencia operativa. Los cajones inteligentes registran cada movimiento en tiempo real, impiden manipulaciones indebidas y ofrecen trazabilidad absoluta, convirtiéndose en una herramienta indispensable para comercios, restaurantes y cualquier empresa que maneje efectivo.

En un mercado cada vez más competitivo, proteger cada euro ya no es opcional: es la frontera entre crecer o hundirse. Los cajones inteligentes de Imàtica marcan esa diferencia. Y para muchos, son la línea que separa el éxito del fracaso.