Una asociación privada y plural de profesionales independientes, en Monetary Defense and People Welfare
3 min readToda sociedad utiliza cuatro articuladores sociales para sobrevivir, para su evolución económica y social. Cualquier Estado se autodefine por: cómo esté diseñado el sistema de emisión del dinero y la banca, el sistema de creación de leyes, el funcionamiento de la Seguridad del Estado y la Administración de Justicia.
El hombre ha logrado diseñar un razonable sistema de Administración de Justicia y Seguridad del Estado, en expansión mundial y en constante perfeccionamiento. Pero el sistema de emisión de dinero es deficiente para las necesidades actuales y el diseño de formación del marco legal es primitivo en cualquier país analizado, dado que impide la permanente participación de los profesionales en la formación de las normas de su sector.
En este contexto, surge Monetary Defense and People Welfare, una asociación privada y plural de profesionales independientes, que aporta nuevas ideas para la mejora de la actividad económica y la coordinación social.
El Patrón Interés, la estrategia para un modelo económico más sostenible y menos politizado
En su libro, El Patrón Interés, el autor D. Pedro Gómez Martín-Romo plantea una novedosa estrategia para la emisión de dinero, con la cual espera que los países evolucionen a un modelo económico más sostenible y menos politizado. Desde la Grecia clásica se ha dicho que el dinero es un producto más del mercado. Para conseguir una economía más estable hay que producir dinero y tomates al mismo ritmo que se consume cada uno de estos productos. Pero ¿cómo saber el consumo de dinero? Sencillo. De forma detallada, el autor explica cómo el agregado de intereses generado por el mercado, es equivalente al dinero consumido por el mercado. Los intereses generados, por una parte, y consumidos por la otra, es un indicador clave para conocer el consumo de dinero y, de esta forma, conocer matemáticamente y de forma real, sin depender del IPC, la cantidad de nuevo dinero que necesita el mercado. Con el Patrón Interés, el precio del dinero se mantendrá estable, pues ni perderá ni ganará poder adquitivo. El libro también explica cómo distribuir el nuevo dinero, para evitar el temido Efecto Cantillon, y bloquear el mecanimo Flujo-Especie de Hume, logrando que la estabilidad monetaria interna no se vea alterada por la evolución comercial o ataques monetarios especulativos.
La economía mundial, crisis y variables importantes
El Patrón Interés es el único sistema de emisión de dinero que permite que las cuatro variables macroeconómicas fundamentales (4VF), que son los Recuros Humanos, los Bienes Públicos, los Bienes de Capital y la Masa Monetaria puedan evolucionar proporcional y sincronamente. La mejor economía no es la que crece con mayor PIB o renta per capita durante más años, sino la que hace crecer sus 4VF proporcionalmente. China es hoy en día la prueba de cargo que confirma esta teoría, pues una de esas variables ha crecido por encima de las necesidades del mercado: los bienes de capital del sector inmobiliario.
En Europa y EEUU la masa monetaria ha crecido muy por encima de lo que el mercado necesita, originando un desequilibrio en estos cuatro elementos y, por ende, abonando el terreno para una crisis.
En un profundo análisis económico y social, D. Pedro Gómez explica que hay que acabar con la emisión descontrolada de dinero, pues claramente es el mayor motor de diferencias sociales de la historia y de los ciclos económicos. Al producirse dinero de forma excesiva, su precio se debilita disminuyendo el poder adquisitivo de las personas y beneficiando a los grupos sociales próximos a la impresora monetaria.
En diferentes conferencias, D. Pedro Gómez ha dicho que, hoy, a los economistas les cuesta entender cómo Inglaterra pudo llegar a ser la primera potencia mundial a finales del siglo XVIII con más de 700 monopolios gestionando su economía (de alfileres, ladrillos, tabaco, algodón, etc.) y que a los economistas del siglo XXIII les costará entender cómo funciona la economía.
Casi todos los libros de economía describen muy bien el pasado, pero este libro mira al futuro, por eso es muy recomendable.