noviembre 23, 2024

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Potenciar la vida con la salud integrativa, de la mano de la Dra. Fabiana Falcone

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Fabiana Falcone es una médica que ofrece su consulta personalizada, desde la salud integral y medicina del bienestar, donde elabora un plan de trabajo a largo plazo. En esta entrevista, explica un poco más sobre su experiencia de 28 años de profesión médica.

¿Podrías explicar cómo defines la salud integrativa y cómo se diferencia de otros enfoques médicos tradicionales?

La Salud Integrativa y Medicina del Bienestar reúne la medicina convencional con la medicina natural y complementaria, para poner a disposición del paciente, todos los instrumentos posibles para su sanación.

Se trata de potenciar la medicina natural, aceptando también, el enorme papel que la medicina convencional ha tenido en la mejora de la calidad de vida, y en la supervivencia de la población. Este tipo de Medicina Integradora atiende los aspectos globales del individuo; fisiológicos, patológicos, psicológicos, nutricionales y sociales. Es importante destacar que la enfermedad, en diversas ocasiones, aparece como consecuencia de malos hábitos alimentarios y conductuales, que provocan un debilitamiento de nuestro sistema inmune y del organismo en general.

Está orientada a la restitución de la salud, y no solo al tratamiento de la enfermedad, realizando un análisis global de las causas que originan una determinada patología. La visión holística de la salud integrativa nos lleva, por tanto, a una asistencia sanitaria en la que se abordan las enfermedades, teniendo en cuenta su relación con otros sistemas de nuestro organismo.

Mantener el organismo desintoxicado y un sistema inmune fuerte es la manera más efectiva de preservar la salud.

¿Cuál es tu filosofía fundamental al abordar la salud de manera integral?

Soy una médica apasionada por la salud integral de mis pacientes. Busco encontrar el porqué de sus síntomas para acompañarlos y guiarlos hacia su curación. Tengo un enfoque en salud integrativa y bienestar, nutrición y coaching que me permiten ofrecer tratamientos integrales, teniendo en cuenta diversos pilares como alimentación, biorritmos, sueño, estrés, relajación, por citar algunos.

Soy una médica con una visión diferente de la curación. En mi experiencia profesional y académica, he descubierto que mi misión no es medicar para quitar síntomas, sino alcanzar con un enfoque integral, el bienestar total de mis pacientes, alcanzado estilo de vida saludables.

¿En qué consiste una consulta contigo?

En la primera consulta, tomo conocimiento de la realidad del paciente por medio de cuestionarios, entrevista, lectura de analíticas y estudios adecuados. Definición de objetivos y rumbo.

Luego, le propongo un programa a largo plazo de trabajo para cada paciente.

El diseño del mismo se basa en las necesidades que presente ese individuo, para trabajar y revertir malestares o enfermedades. Siendo 100 % personalizado.

¿Qué tipo de relación médico – paciente, es necesaria para tu trabajo?

Es fundamental el compromiso y responsabilidad por ambas partes. Es necesario contar con el espíritu de cambio del paciente, y la responsabilidad, para abandonar lo que generó su enfermedad. Por mi parte apoyo, acompañamiento, y metodología adecuada.

¿Cómo incorporas la alimentación y el ritmo de vida ancestral en tus recomendaciones para la salud?

El retorno a las bases ancestrales es fundamental para volver a la vida. Hoy vivimos para enfermar.

Por lo tanto, no podemos continuar con las mismas cosas que nos enfermaron en los últimos 80 años.

Nos merecemos volver a las bases de una alimentación nutritiva. Recordando que el alimento es información para nuestro cuerpo, que se transforma y nos construye. Alejando los ultraprocesados, azúcares, aceites vegetales y miles de “cosas que llamamos alimentos”.

Retomar el ritmo circadiano perdido por las pantallas y el estilo de vida “moderno” (estrés) que nos está matando.

Atentando directamente contra nuestra expresión genética.

¿La medicina convencional, realmente previene enfermedades o solo las trata? ¿Cómo lo ves?

La medicina convencional no realiza una labor preventiva en la población, se limita a chequear sin realizar docencia de salud. Solo quita síntomas y medica.

Desde mi consulta, me enfoco en la prevención, para no llegar a la enfermedad.

Y, si ya está presente, utilizar diferentes estrategias para minimizar sus manifestaciones o erradicarlas.

¿Cómo ha evolucionado tu enfoque a lo largo de tus 28 años de experiencia en medicina, especialmente en el ámbito de la salud integrativa?

Mi espíritu de servicio me llevó a concretar el magnífico objetivo de ser médica.

Durante la mayoría de mi carrera he medicado y he sido instrumento de la industria farmacéutica, alimentaria, de las sociedades científicas, con sus intereses mezquinos de facturar. Mal enseñaron y crearon falsas guías de práctica profesional.

Hace varios años ya, he podido junto a otros médicos ver la realidad, cuestionarlas y definir una nueva forma de devolverle la salud a las personas.

La salud la tiene cada ser humano. Y no es dada desde la medicina convencional.

Hoy, priorizo las emociones y pensamientos de los pacientes, en la generación de sus procesos de salud – enfermedad.

Ya no indico medicamentos, solo transitoriamente y si es estrictamente necesario. Estar sanos es un derecho.

¿Cómo trabajas para impulsar la longevidad en tus pacientes?

La longevidad está en nuestro ADN, pero hoy estamos viviendo, o mejor dicho, sobreviviendo la mitad del potencial genético.

Retomar una alimentación ancestral con productos básicos y de alto valor biológico, retorno a los biorritmos, mejor gestión de los pensamientos y emociones, hace que nuestra genética se manifieste (fenotipo) en un humano sano y longevo.

¿Qué estrategias empleas para ayudar a aquellos que buscan recuperar su salud y bienestar perdidos?

Nacemos sanos y somos sanos, nuestra genética viene lista para una vida longeva (aproximadamente 120 años). Solo que la maltratamos y después nos quejamos de enfermar.

Uno no enferma porque le tocó, sino porque lo permitió. Derribando los hábitos innatos humanos.

Planteo un reseteo corporal y cambios de hábitos de vida, que generarán la redirección del rumbo que necesita tomar nuestro barco de la salud y el bienestar.