noviembre 23, 2024

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Por qué es importante la rehabilitación para jugadores anónimos impulsivos

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La rehabilitación es la manera correcta de dejar aquellas adicciones que afectan a la vida. Aquellas que no permiten disfrutar de las cosas como la familia y la paz mental, porque la mente está envuelta en un ciclo de recaídas y situaciones de estrés.

Sin embargo, existen una serie de patrones que revelan una pista sobre aquello que se padece a partir del comportamiento. Por ejemplo, la tendencia a seguir jugando a pesar de las frecuentes pérdidas o la euforia frenética causada por las apuestas. Después de reconocer y desear dejar el juego, es oportuno buscar ayuda. Jugadores Anónimos es una confraternidad que apoya la recuperación de quienes deseen dejar la adicción al juego y reconstruir sus vidas.

¿Qué es lo primero que debe hacer un jugador compulsivo para dejar de jugar?

El jugador compulsivo tiene que estar dispuesto a aceptar el hecho de que se halla preso en las garras de una enfermedad progresiva y tener el deseo de recuperarse. El programa de Jugadores Anónimos funciona siempre con cualquiera que tenga el deseo de dejar de jugar. Sin embargo, no funciona si la persona se niega a encarar los hechos relacionados con esta enfermedad tal y como son.

¿Cómo se puede saber si se es un jugador compulsivo?

Cada persona es la única que puede tomar esa decisión. La mayoría de personas acuden a Jugadores Anónimos cuando están dispuestas a admitir su derrota ante el juego. En Jugadores Anónimos, se describe a un jugador compulsivo como una persona cuya adicción al juego está causando problemas cada vez más graves y persistentes y que afectan a cualquier aspecto de su vida.

Muchos miembros de Jugadores Anónimos pasaron por aterradoras experiencias antes de estar dispuestos a aceptar ayuda. Otros se enfrentaron a un sutil y lento deterioro que, finalmente, les llevó al punto de admitir su derrota.

El juego para el jugador compulsivo se define como “cualquier apuesta o participación en una apuesta, para sí mismo o para otros, ya sea por dinero o no —no importa cuán pequeña o insignificante sea la cantidad— en la que el resultado sea incierto o dependa de la casualidad o habilidad”.