marzo 9, 2025

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Entrevista a Norbert Francis Attard, uno de los artistas conceptuales (pero no solo conceptual) más influyentes en Europa

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En marzo Loona Contemporary tendrá el honor de presentar a un artista de fama internacional, uno de los mayores representantes del arte contemporáneo a nivel mundial: Norbert Francis Attard. El artista maltés vendrá a Madrid para hacer su tercera instalación de la serie “Coexistence”, las primeras dos se hicieron en Seúl (2023) y en Berlín (2024). En Madrid se inaugura esta instalación con un evento abierto a la crítica y al público, en Captaloona Art (Andrés Mellado 55) el 10 de marzo a las 19.00 h.

“Coexistence” nace de un tejido de filosofía, política y lenguaje visual,. Explora la interconexión de historia, memoria y vida, y la serie se resume en una cita de Bertrand Russell: “Es coexistencia o no existencia”.

Para presentar este evento Chloe McAleese, colaboradora de Loona Contemporary, entrevistó al artista.

¿Por qué hiciste la transición de la pintura y la escultura al arte conceptual? ¿Encuentras más significado en esta práctica? ¿Qué es el arte conceptual?

Durante más de 30 años, trabajé como artista formal dentro de la tradición modernista, profundamente comprometido con la pintura y la escultura. Sin embargo, mi transición hacia el arte contemporáneo fue impulsada por la necesidad de expresar ideas y conceptos arraigados en situaciones de la vida real, algo que pronto me di cuenta de que no podía lograrse completamente a través de la pintura abstracta. Esta comprensión me llevó a un momento crucial en 1996, cuando tomé dos decisiones que cambiaron mi vida: cambié por completo la dirección de mi práctica artística y también decidí dejar atrás mi carrera como arquitecto. Este fue el comienzo de un período desafiante, pero profundamente gratificante que me permitió explorar múltiples disciplinas, incluyendo la arquitectura, la fotografía, la pintura, el video y las instalaciones “site-specific”. 

Adoptar un enfoque multidisciplinario no solo expandió mi lenguaje artístico, sino que también abrió la puerta a la colaboración. Las instalaciones “site-specific”, en particular, se convirtieron en una parte integral de mi práctica, complementando mi sensibilidad arquitectónica y reforzando la importancia del contexto en mi trabajo. Con el tiempo, el contexto se convirtió en la palabra clave: un marco esencial que, junto con mi formación en arquitectura, dio forma a la evolución de mi visión artística. 

Aunque mi trabajo incorpora elementos del conceptualismo, no me defino estrictamente como un artista conceptual. Mi práctica está moldeada por una síntesis de influencias, incluyendo el minimalismo, el constructivismo y movimientos vanguardistas clave como el Dada y De Stijl. Los readymades de Marcel Duchamp, con su redefinición radical del valor artístico, también han tenido un impacto duradero en mi enfoque. Estas influencias influyen en mi trabajo de una manera que va más allá del pensamiento conceptual, haciendo que mi práctica sea una intersección dinámica de varias tradiciones artísticas. 

El arte conceptual, en esencia, afirma que la idea en sí misma puede ser la obra de arte. Muchos artistas conceptuales se vieron influenciados por la simplicidad despojada del minimalismo, que buscaba eliminar todos los elementos que no fueran intrínsecos al objeto mismo. En la práctica minimalista, los materiales no eran solo un medio, sino una parte integral de la obra: los objetos se valoraban por lo que eran, no por lo que representaban. Esta filosofía resuena profundamente con mi propio enfoque artístico.

En última instancia, mi trabajo desafía las nociones tradicionales del arte, desplazando el enfoque de consideraciones puramente estéticas hacia la primacía de las ideas y los conceptos. Sin embargo, nunca me he desvinculado por completo del modernismo, ya que sigue siendo la base de mi identidad artística. Aunque mi práctica actual prioriza lo conceptual, también abraza un enfoque minimalista y reconoce la importancia perdurable de la estética visual. Este equilibrio es esencial para mí: mientras que el marco intelectual de mi trabajo es primordial, el refinamiento de la forma y la composición siguen siendo igualmente importantes.

Como resultado, mi práctica es inherentemente ecléctica. Opera a través de límites superpuestos, extrayendo de diferentes tradiciones mientras mantiene una identidad distintiva. Este constante juego entre concepto y forma, estructura y significado, continúa definiendo mi viaje artístico, permitiendo que mi trabajo evolucione en respuesta a nuevas ideas e influencias.

¿Qué papel juega la intuición en tu proceso frente al proceso cretiavo o a la planificación de un proyecto?

Aunque desarrollo mis conceptos gradualmente y con intención consciente, siempre dejo espacio para que la intuición guíe el proceso. El instinto es una herramienta poderosa: uno nunca puede anticipar todas las respuestas. A diferencia de la lógica, la intuición no exige explicaciones; permite el descubrimiento, la espontaneidad y una relación evolutiva con la obra a lo largo del tiempo. Encuentro una gran satisfacción en este despliegue continuo de significado, ya sea a través de mi propia comprensión profunda o de las perspectivas e interpretaciones de los demás.

El tiempo es esencial en cualquier proceso creativo. Algunas instalaciones, al igual que la arquitectura, requieren un período significativo entre la concepción y la realización. Este paso del tiempo no solo refina mi comprensión de la obra, sino que también sirve como una medida de su validez. Las ideas que perduran más allá de su concepción inicial a menudo revelan un significado más profundo. 

La noción de devenir, de que nada en este mundo es fijo excepto el cambio mismo, ha sido central en mi filosofía artística desde mis años formativos. Friedrich Nietzsche, reflexionando sobre Heráclito, escribió que él “permanecerá eternamente en lo cierto con su afirmación de que el ser es una ficción vacía”. Nietzsche imaginó un mundo en perpetua transformación, una idea que resuena profundamente con mi práctica. El arte, como la vida, no es estático; es un proceso continuo de cambio, crecimiento y reinterpretación. 

Para mí, la verdadera realización artística radica en el significado. No se trata solo de la obra terminada, sino del diálogo continuo que crea: entre el artista y el espectador, entre el concepto y la forma, entre el pasado y el presente. Es en este intercambio en constante evolución donde el arte permanece vivo y relevante.

¿Puedes describir tu proceso creativo? ¿Tienes algún ritual o laguna rutina? ¿Varía según la disciplina o el medio?

Mi trabajo está impulsado por la diversidad, lo que hace que cada proyecto sea un viaje único. He explorado una amplia gama de materiales y disciplinas, incluyendo arquitectura, escultura, fotografía y video. En la etapa conceptual, suelo trabajar de manera independiente, reflexionando profundamente sobre las ideas y su conexión con el espacio en cuestión. Este período implica una investigación extensa, y en el mundo actual, compartir información a través de internet se ha convertido en una parte esencial de mi proceso. 

Cada propuesta está diseñada para interactuar con su tema mientras responde al espacio arquitectónico y al contexto que habita. Intencionalmente, incorporo múltiples significados en mis piezas para abrirlas a diversas interpretaciones. Este enfoque no solo amplía las posibilidades de interacción, sino que también se refleja en fuerzas contrastantes que se complementan entre sí.

Elijo los materiales en función de las necesidades específicas del proyecto y esta decisión llega después de que el concepto ha sido establecido, no antes. Una vez que el concepto está en su lugar, los aspectos visuales se unen de manera más natural. A lo largo del proceso, la colaboración juega un papel esencial. Ya sea trabajando con carpinteros, electricistas, técnicos, arquitectos u otros especialistas, su experiencia enriquece la obra final.

¿Qué temas o mensajes exploras en tu trabajo? Y, basándote en la reacción del público, ¿crees que esto se está logrando? ¿Cuál es la función social del arte conceptual en el contexto de la sociedad actual? ¿Tus obras son “imágenes” de tu alma o de tu visión del mundo?

Mi trabajo trata de transmitir un mensaje, provocar preguntas y fomentar la reflexión. Veo el arte como una forma de hacer que la gente se detenga y piense. Su éxito no se mide por su valor monetario, sino por su propósito, especialmente su impacto social. Incluso si solo llega a unos pocos, saber que he hecho una diferencia positiva es esencial.

En el diverso mundo del arte actual, definir el arte con precisión es difícil, ya que está en constante evolución. A menudo es más fácil decir lo que el arte no es. El arte contemporáneo, por ejemplo, no debe solo de ser creado en el presente; debe reflejar la vida, la historia y la memoria. El arte es vida, pero la vida en sí misma no es arte.

Mi evolución artística refleja un cambio en los valores. Una vez busqué la verdad dentro del “yo”, como el minimalismo de Mondrian o el trabajo introspectivo de Rothko. Ahora, estoy más interesado en interactuar con el mundo exterior.

¿Puedes darnos detalles sobre tu próxima instalación en Captaloona Art como parte del proyecto Loona Contenporary?

Mi próxima instalación, titulada DELTA, en Captaloona Art es parte de la serie “Coexistence”, que comenzó en Seúl, Corea del Sur, en 2023. Esta serie profundiza en el tema de la existencia a través de una intrincada mezcla de filosofía, política y lenguaje visual. Las instalaciones dentro de la serie exploran el equilibrio entre fuerzas opuestas, examinando cómo la vida, la memoria y la historia están interconectadas.

El título Coexistence se inspira en la profunda cita de Bertrand Russell: “Es coexistencia o no existencia”, que encapsula la necesidad crítica de diálogo y unidad en un mundo a menudo dividido. Las instalaciones de la serie Coexistence no solo ofrecen un comentario político, sino que invitan a los espectadores a reflexionar sobre cómo la existencia misma depende de un delicado equilibrio entre fuerzas diversas. La vida, como se retrata en estas obras, se convierte en un viaje continuo de aprender a coexistir, descubriendo finalmente la verdadera esencia de vivir. La serie Coexistence no es solo un cuerpo de trabajo, es una exploración filosófica de la necesidad de unidad en nuestras vidas personales y en el mundo en general.

Basándome en exploraciones previas con materiales elásticos, como el crimplene en Beyond Conflict (Bienal de Liverpool, Reino Unido, 2002), las instalaciones de la serie Coexistence—Hand in Hand y Side by Side, en Seúl, Corea del Sur—utilizaron bandas elásticas negras y blancas para crear conexiones directas entre el entorno físico y el marco conceptual de la obra. En Red vs Blue (Kunstquartier Bethanien, Berlín, Alemania, 2024), el uso de bandas alternas rojas y azules simbolizó la división política de Malta, representando a los partidos Nacionalista (rojo) y Laborista (azul). Estas bandas pasaban a través de dos columnas centrales, extendiéndose hacia las esquinas de la sala, creando un diálogo visual entre los colores. En la intersección, las bandas se entrelazaban, sirviendo como una metáfora visual de la necesidad de comunicación y entendimiento entre lados opuestos. 

“Coexistence Series: DELTA”, la instalación en Captaloona Art, explora aún más los temas de equilibrio, transformación y cambio al incorporar el uso simbólico del triángulo. El triángulo (∆), una forma geométrica fundamental, lleva un rico simbolismo: representa la unidad y el equilibrio, así como el concepto de perfección. Resuena con estructuras tripartitas como el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo; mente, cuerpo y espíritu; nacimiento, vida y muerte; creación, preservación y destrucción; pasado, presente y futuro.

La letra griega Delta (Δ), la cuarta letra del alfabeto griego, comparte este simbolismo de cambio. A menudo se usa para representar la diferencia o la transformación en matemáticas y ciencias, simbolizando cambios en cantidades o variables. En geografía, un delta se refiere a un área triangular de tierra baja donde un río se divide en múltiples ramas antes de encontrarse con el mar, encarnando el cambio y el flujo constante de la vida. 

Para “Coexistence Series: DELTA” elegí crear dos triángulos, utilizando bandas elásticas multicolores de 30 mm de ancho (18 colores diferentes, lo cual es una novedad), una decisión impulsada por el espacio de la galería. La combinación de dos triángulos amplifica la energía, profundizando su significado y enfatizando la interacción entre opuestos. 

Delta y triángulo son símbolos entrelazados de cambio, transformación y dualidad. Los caminos ramificados de un delta fluvial reflejan la forma del triángulo, ambos símbolos de sistemas dinámicos en constante movimiento, pero anclados en un principio subyacente de equilibrio y unidad. Juntos, invitan a una reflexión más profunda sobre los cambios continuos en la vida, donde las fuerzas del cambio y las dualidades de la existencia dan forma a nuestro mundo. La instalación anima a los espectadores a contemplar cómo las fuerzas de la transformación, el equilibrio y la coexistencia dan forma no solo a nuestro mundo, sino también a nuestra comprensión de la existencia misma.

“Tu amistad con Claudio Fiorentini, el director de la galería en Madrid, ha sido larga y enriquecedora, y él ha aprendido mucho de ti en el camino. ¿Crees en el poder de la inspiración mutua, y cómo ha dado forma a tu viaje artístico?”

Mi amistad con Claudio es verdaderamente especial, abarcando 35 años, un testimonio de la profundidad de nuestra conexión. Cuando conocí a Claudio en Malta, él aún no era pintor, sino un poeta y novelista establecido. Su creatividad se expresaba a través de las palabras en lugar de las imágenes, y desde el principio lo vi como un artista en el ámbito de la literatura. No fue hasta alrededor de 2001 que comenzó a pintar, pero incluso entonces, su escritura siguió siendo un elemento definitorio de su identidad artística. A lo largo de los años, nuestras conversaciones sobre arte y literatura se convirtieron en una piedra angular de nuestra amistad, apoyando mi perspectiva y mi propio viaje artístico.

En el momento en que nos conocimos, yo era un pintor abstracto, inmerso en mi propio proceso creativo. Claudio, a su vez, tuvo la oportunidad de presenciar un cambio pivotal en mi carrera: la transición hacia el arte contemporáneo, que tuvo lugar alrededor de 1997. Este período marcó una evolución significativa en mi trabajo, y él estuvo allí para verlo desarrollarse. Finalmente, mientras continuaba desarrollando mi propia práctica, amplié mi rol en el mundo del arte al convertirme en galerista, culminando con la apertura de Valletta Contemporary en 2018.

No puedo decir con certeza si mi camino influyó en la decisión de Claudio de abrir su propia galería, pero siempre he sentido su profundo respeto por mi experiencia en el campo. A menudo buscaba ideas en mi viaje como artista, galerista y coleccionista, haciéndome sentir como si tuviera mucho que aprender de mí. Sin embargo, sus esfuerzos artísticos y curatoriales han florecido por derecho propio.

A lo largo de los años, he observado su evolución como artista y galerista, tal como él una vez presenció mi propia transformación. Ha sido fascinante ver cómo su práctica creativa y su espacio de galería han crecido, reflejando la trayectoria de mi propio viaje. Claudio no solo es un artista talentoso, sino también un amigo verdadero y solidario.

El espacio de arte Captaloona Art está en AndrésMellado 55, Madrid

Más información en: captaloona.com y loonacontemporary.com.