noviembre 23, 2024

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Apoyo Psicológico Online analiza las repercusiones negativas de tener jefes tóxicos en el ámbito laboral

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El uso de un lenguaje pasivo-agresivo hacia los empleados es uno de los rasgos que identifican a un jefe tóxico. La presencia de uno o varios de ellos es algo que ninguna empresa debería permitirse porque los jefes tóxicos en el trabajo van deteriorando el bienestar del personal a su cargo.

De ahí la importancia de la orientación y asesoría terapéutica especializada como la que proporciona el portal Apoyo Psicológico Online para hacer frente a este tipo de situaciones.

Así son los jefes tóxicos en el trabajo

Un jefe tóxico puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza para sus empleados. Su actitud poco a poco deteriora la confianza y el bienestar de las personas a su cargo. De hecho, la toxicidad de un líder es una de las principales causas de estrés laboral y en el peor de los casos puede provocar cuadros de depresión y problemas de salud en los trabajadores más vulnerables.

Los jefes tóxicos usan formas de intimidación o coacción, que establece para tener el control de sus empleados. Sin embargo, estas personas comparten una serie de rasgos en común, entre los que destacan: control excesivo, arrogancia, impaciencia, inseguridad y falta de gratitud, por citar solo algunos.

Asimismo, estos “líderes” ejercen un control excesivo sobre el personal, menosprecian constantemente el desempeño de sus trabajadores, no reconocen el talento de los demás, no aceptan ideas innovadoras ni propuestas creativas dentro del grupo de trabajo. Tampoco saben escuchar, quieren tener siempre la razón.

La falta de empatía con sus subordinados, sumada a su incapacidad de gestionar el tiempo y el trabajo de forma eficaz, los lleva a generar una dinámica disfuncional, ignorando los requerimientos del equipo a su cargo.

Los jefes tóxicos son nocivos para la salud

Trabajar bajo las órdenes de este tipo de líder puede ser nocivo para la salud física y mental de las personas bajo su cargo. Estrés, migrañas, problemas estomacales, problemas cardíacos y síndrome de burnout son algunas de las afectaciones físicas que estas personas pueden provocar en sus empleados.

Pero el impacto negativo de estas personas en su entorno laboral también abarca la esfera psicológica. Las dinámicas de coerción y manipulación que ejercen para mantener el control del entorno bajo su mando, puede llevar a sus empleados a sufrir cuadros de ansiedad, insomnio y depresión.

Los jefes tóxicos en el trabajo pueden establecer una dinámica de acoso laboral para minar poco a poco las defensas psicológicas del personal a su cargo. Detonar sentimientos de inseguridad, baja autoestima, nerviosismo e ira reprimida son algunas de las tácticas empleadas para mantener a su equipo bajo control.

El manejo de este tipo de líderes nocivos en el entorno laboral requiere la orientación terapéutica de expertos en el área, como la que proporciona el portal Apoyo Psicológico Online.