noviembre 10, 2024

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Contar con un buen aislamiento térmico en una propiedad es beneficioso

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En los últimos años, los cambios de temperatura muchas veces han resultado impredecibles. Algunos días son más calurosos de lo habitual y días de invierno con temperaturas muy bajas no solo hacen que se realice de forma incómoda las tareas diarias, sino que también pueden causar problemas de salud, ya que los resfriados son los más comunes cuando las personas están sometidas a cambios drásticos.

Sin embargo, al intentar solucionar esa situación, se invierte mucho tiempo y dinero. Para esto, existen maneras más efectivas y económicas de regular el ambiente como el sistema de aislamiento térmico exterior, el cual permite recubrir las casas y edificios para controlar la temperatura. Este procedimiento debe realizarse con los materiales adecuados y por expertos en el tema como la empresa Façanes Maresme.

Aplicar aislamiento térmico a casas y edificios

El aislamiento térmico por el exterior, consiste en el recubrimiento de paredes y cubiertas con materiales especiales para disminuir el flujo de calor o frío que pasa a través de ellos. Entre los beneficios de llevar a cabo este proceso en una edificación destacan el confort térmico, aislamiento acústico, eliminación de la condensación, eliminación de puentes térmicos, facilidad de mantenimiento, ventajas fiscales por ahorro energético y la sostenibilidad. Esta última se produce porque al aumentar la eficiencia térmica, se disminuyen los gastos. En comparación, aquellos edificios que no cuentan con ningún tipo de aislamiento, pierden hasta un 50 % más de su energía.

Otro punto a favor es el aumento del valor de la propiedad que proporciona, en caso de que posteriormente se quiera vender o alquilar el inmueble. Asimismo, se reducen las enfermedades relacionadas con los cambios de estación, ya que la instalación permite conservar una temperatura equilibrada.

Por último, también se reduce la contaminación, puesto que se utiliza menos energía eléctrica para producir frío o calor en el interior de los hogares y oficinas.

Los diferentes tipos de aislamientos térmicos

El aislamiento térmico es una opción ideal para resguardar el hogar y protegerlo de las diferentes temperaturas. Existen varias opciones para realizarlo y una de ellas es el Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE).

Este consiste en instalar un material aislante en la fachada y suele hacerse mediante adhesivos y de manera mecánica. De esta manera, la inercia térmica del inmueble mejora, haciendo su interior más acogedor. Asimismo, disminuyen las pérdidas de energía a través de las paredes y ahorra dinero al no usar el aire acondicionado ni la calefacción.

Otra de las opciones, es utilizar un mortero ecológico con el aislante Diathonite. Este se encuentra mezclado y formulado con diferentes elementos tales como: granulado de corcho, cal NHL 3.5, diatomita, arcilla y fibras. Se puede aplicar en paredes y cubiertas sin problema. Con este tipo de aislamiento se reduce la humedad ambiental y se logra un equilibrio térmico durante el verano y el invierno.

La fachada ventilada facilita la refrigeración del edificio en verano y el control de la dispersión del calor en el invierno, lo cual favorece tanto el ahorro energético como el confort térmico. Gracias al sistema de fachada ventilada podemos llegar a ahorrar entre 40-60% en nuestras facturas

Con estas alternativas, es posible mantener los hogares cómodos y acogedores durante todo el año utilizando las técnicas adecuadas. Los tres tipos de aislamientos son instalados por la empresa Façanes Maresme.