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Con el calor cada vez más intenso, un ventilador portátil se convierte en un aliado imprescindible para refrescar de forma eficiente, rápida y sin molestos ruidos cualquier estancia de la vivienda. Pero no todos los ventiladores cumplen lo que prometen: ¿cómo diferenciar uno de bajo consumo que funcione bien y se adapte a las necesidades? Aquí se presenta una guía clara y sencilla.
Eficiencia energética: potencia adecuada, consumo reducido
Antes de nada, es importante revisar la potencia del ventilador. Un buen modelo de bajo consumo ofrece un flujo de aire óptimo sin disparar la factura eléctrica, consumiendo pocos W en su funcionamiento. Los ventiladores más eficientes combinan motores modernos, sobre todo los de corriente continua (DC), que minimizan el consumo manteniendo un flujo constante. Siempre es preferible optar por motores DC de bajo consumo para lograr el equilibrio entre rendimiento y ahorro eléctrico.
Diseño compacto y ligero
La esencia de un ventilador portátil es su facilidad para transportarlo. La mayoría de los ventiladores de pie suelen medir entre 50 y 100 cm de altura y su peso es reducido (entre 3 y 4 kg aproximadamente), permitiendo moverlo con una mano. Pueden incorporar dos mástiles de diferentes alturas, para poder utilizarlo a nivel de suelo, o bien sobre una mesa o escritorio.
Velocidades múltiples y distintos modos
Un ventilador versátil cuenta con varios modos de funcionamiento como, por ejemplo, “Viento natural”, “Noche”, “Eco”, “Baby”, “Boost”– y con varios niveles de velocidad que permiten regular la intensidad del aire según cada preferencia. Esta funcionalidad es perfecta para asegurar la comodidad en casa, en diferentes momentos del día y de la noche.
Silencio: frescura sin ruidos molestos
Uno de los aspectos más importantes es el nivel de ruido. Por la noche, durante las horas de descanso es cuando más se puede notar el ruido de un ventilador, por eso, es fundamental que un ventilador sea lo más silencioso posible, incluso con las velocidades más altas. Que sea silencioso, no implica que se tenga que sacrificar potencia. Así se podrá trabajar, dormir o descansar sin ruidos de fondo molestos.
Temporizador y control remoto
Para mejorar la experiencia de usuario, es esencial escoger siempre modelos con temporizador que permiten programar un apagado automático. También se debería escoger ventiladores que incluyan control remoto o mando a distancia para asegurarse de que se puede controlar el ventilador desde cualquier punto de la habitación.
Oscilación y adaptabilidad
Que el ventilador pueda oscilar o inclinarse añade valor, ya que distribuye el aire de manera uniforme y personalizada según lo que sea necesario por toda la estancia.
Batería recargable: libertad de uso
Algunos modelos de ventiladores portátiles con baterías recargables, como el ventilador sin cables BELOC o el ventilador inalámbrico VENSO no tienen dependencia continua de tomas eléctricas. Esto permite su uso en zonas exteriores como patios y terrazas durante unas pocas horas. Dependiendo de la velocidad del aire que se seleccione, pueden llegar a funcionar sin estar enchufados entre 4 y 20 horas.
Añadir un extra de frescor
Para quienes quieren refrescar aún más el ambiente, siempre se puede añadir un extra de frescor utilizando modelos como el ventilador nebulizador BRUME. Si preocupa que pueda mojar o dañar el suelo, no hay por qué preocuparse, ya que lo que pulveriza es una finísima bruma aportando un toque de humedad a los ambientes más secos.
Fácil y sencilla limpieza de los ventiladores
Es fundamental que no sea engorroso limpiar el ventilador, ya que es necesario que se pueda retirar el polvo del ventilador con un paño o aspirador, antes de guardarlo. Y en el caso de que tuviera un depósito de agua como el nebulizador, hay que asegurarse que este incluya depósito extraíble para poderlo vaciar y limpiar completamente antes de ser guardado.
Es posible mirar aquí para escoger el mejor ventilador portátil de bajo consumo, centrándose en su eficiencia (motores DC, regulación de ventilación); diseño compacto y silencioso; si tiene autonomía de batería y otras funciones que lo conviertan en un ventilador imprescindible. Así se logra refrescar de forma eficaz, ahorrar energéticamente y una comodidad idónea para los días cálidos.